Existe la falsa creencia de que la violencia de género solo se produce mediante agresiones físicas. Sin embargo, en nuestra sociedad hay otras formas de violencia que pasan desapercibidas.
Si tu pareja no te deja que administres tu dinero y/o controla todos los ingresos y gastos del hogar, bajo el argumento que “él sabe hacerlo mejor”, “que todo lo haces mal”.
La violencia económica también se puede manifestar con la prohibición de que trabajes y/o estudies. Adicional, la persona agresora puede restringir el dinero de tal manera que no puedas cubrir ni siquiera tus necesidades básicas y las de la familia o simplemente no cumpliendo con sus obligaciones en el hogar o no pagando la pensión alimenticia.
Son formas de maltrato muy sutiles, difíciles de detectar para las víctimas e incomprensibles para las personas cercanas a ella, puesto que no se da ni un golpe y proviene en la gran mayoría de las veces de hombres cercanos, en quiénes se espera confiar.
Todas las personas tienen derecho a un hogar seguro y a vivir sin violencia.