Existe la falsa creencia de que la violencia de género solo se produce mediante agresiones físicas. Sin embargo, en nuestra sociedad hay otras formas de violencia que pasan desapercibidas.
Si tu pareja controla tus acciones, cómo te vistes, con quién te relacionas, a dónde sales, si trabajas o estudias; te exige que pidas permiso y constantemente te sientes vigilada o que tienes que rendir informe o presentar excusas; en ocasiones bajo el argumento de que lo hace por tu bien o para tu protección.